lunes, 21 de julio de 2008


LA ESTETICA DEL ARTE Y EL PODER
(El presente ensayo fue realizado, si mal no recuerdo, para una clase en la materia de semiótica. A pesar de enfocarse a una cuestión de encargo exigida por el maestro, los topicos que toco son interesantes y por ello comparto este trabajo)

Introducción

El filme de Lars von Trier Dogville nos muestra en nueve capítulos, la vida de una diminuta comunidad que en su aparente calma, guarda diligentemente un lado oscuro que ni sus mismos habitantes conocen hasta que llega una mujer a provocarlo. La presencia y llegada de Grace al lugar, encarna un papel tímido al principio, mas luego, toma la forma de un eje donde los deseos y las ansias salen a flote de una manera por decir lo menos, mal encauzadas. El que la protagonista de la historia termine asesinando e incendiando todo el sitio no es para nada gratuito, es un obsequio ganado a pulso por esa micro sociedad que en cuanto sintió en sus manos un mínimo de control, lo uso auspiciado por las más diversas pasiones y necesidades sin modulación alguna y mucho menos sobriedad.

Algo así como la fabula infantil del ganso de los huevos de oro pero con el añadido de la venganza del ganso. ¿Qué o cual fue el factor que detono que al final, fuera el instinto exacerbado el que hiciera honor al nombre del pueblo? En este ensayo hablare del papel importante del arte y su función como válvula de escape en la vida del hombre.

Desarrollo
En un principio en Dogville vemos una relación aparentemente cordial entre los lugareños, pero a medida que los vamos conociendo observamos ciertas disfuncionalidades. No es que deberíamos extrañarnos por el sentimiento de solo tolerancia que se tienen los personajes, el cual existe en todas partes, sino por aquellos detalles que contradicen nuestra primera impresión: un chofer de camioneta que una vez al mes asiste a los prostíbulos y luego se avergüenza de ello, un ciego automarginado que trata sutilmente de ocultar su condición, un escritor con ínfulas de filosofo incapaz de escribir o plasmar en el papel idea coherente alguna pero que en contraparte decide en compensación personal, ser la guía moral del pueblo, entre otras veladas curiosidades.

Otra constante, aunque no tan ubicua como institución, es la creencia en Dios. En todos vemos vacíos emocionales que de alguna forma requieren ser llenados y paradójicamente hay también sentimientos que deben ser externados. Todas esas corrientes internas, el arte podría ayudar como paliativo a sublevarlas, pero no hay tal, solo una mujer recién llegada que en primera aparición la encontramos tratando de quitarle el hueso a un perro.

No es mi intención contar la película, sino solo tomar esos puntos que apoyen mi hipótesis de que una sociedad sin arte, es una sociedad primitiva en potencia, (primitiva en el sentido de dejarse llevar por la víscera y los impulsos). Esto último podría estar a discusión fácilmente, ya que tenemos el ejemplo en el siglo pasado de la Alemania nazi, una nación supuestamente culta en ese aspecto que lego al mundo el horror del holocausto. ¿Por qué ahí el arte no sirvió para sublevar la ignominia alemana heredada de la primera guerra mundial, oprobio aprovechado por Hitler para desatar la segunda? ¿Será quizás por que solo se adopto ese arte que apoyaba la visión absolutista de una Alemania superior, mientras que otras expresiones críticas fueron desechadas, perseguidas y silenciadas, muchas veces en lo campos de concentración? El arte no admite censura, por que al hacerlo pierde su esencia transgresora.

Pero volviendo a la trama, aunque en un principio, los pueblerinos de Villa Perro los observamos bondadosos y humildes con la misteriosa prófuga (algo así como los pitufos), no tardan mucho en enseñar la otra cara de la moneda y se vuelven crueles y egoístas (Algo así como los gremlins). En una reflexión, digamos más humanista, podríamos decir que el hombre una vez que prueba el poder le es muy difícil soltarlo o dejarlo, ya no digamos pasarlo a otras manos.

Es lo que les sucede a los personajes del filme, una vez que sienten aunque sea por un momento el tener a su disposición la voluntad de otra persona. Es tan embriagante ese sentir que la delgada línea divisoria de la ética, de la moralidad, de esa concepción si se quiere demasiado maniquea, se empieza a borrar, por que hay que decirlo, los habitantes de Dogville se emborrachan completamente, y como cualquiera que esta o haya experimentado ese estado todo acto aberrante esta plenamente justificado sin que nada lo pueda contener, solo por “el placer de” y por la naturaleza misma de las relaciones sociales.

Esto que acabo de mencionar, tienes varias aristas, por que nos lleva forzosamente a preguntarnos, si el mal uso del poder ejercido por los habitantes se debe a su escasa instrucción. En todo caso, surge otro problema, quien o en donde nos enseñan a ejercer el poder con responsabilidad y por lo consiguiente no con irresponsabilidad.

Sin embargo, aquí todo se va dando por consenso, como si de hipnosis colectiva se tratase, exigiendo cada ves mas la atención de Grace, desarrollando una adicción que se ha salido de control. Podemos identificar en ello los tres deseos estructurales que los personajes intentan desesperadamente saciar: sexualidad corporal, (los abusos nocturnos de los varones del pueblo), reconocimiento social (la retorcida caridad de Tom para con Grace sacada a relucir por el mismo en las juntas dominicales) y el dominio psicológico (toda la comunidad).

Todo aquello que canalizado en el arte hubiera tenido un fin mas sano, en la situación plasmada en la película, los instintos reprimidos afloran en la figura de la protagonista. La ausencia de experiencias estéticas en la pequeña población convierte el entorno en una olla Express, la cual Grace tiene que manejar a riesgo de que explote, aunque al final todo el vapor concentrado la haya quemado ya.

Es significativo que hasta un niño entre en catarsis cuando ve que puede manipular a Grace al exigirle que lo castigue corporalmente o no tendrá su respeto. La diferencia entre el yugo ejercido por los adultos y el del niño se revela mínima, es como probar la resistencia de un juguete para ver que tanto puede soportar.
Los conceptos del bien y del mal llegan a tal ambigüedad que no podríamos hablar que esto se deba a una evolución en el pensamiento sino todo lo contrario, es una caída libre al libertinaje. Todos buscan algo, dejar de ser aquello que los demás ven para llegar a ser lo que ellos mismos creen de si, como el tonto del pueblo que por haberle hecho una cadena a Grace para que no escape es visto como genio ingeniero.

Conclusión

Finalmente todo el chantaje aplicado a la mujer, demuestra las tremendas carencias humanas y el intenso dolor que no encuentra alivio más que transmitiéndolo a otro. Esta frustración proveniente de una vida monótona, si llega a tomar la altura casi criminal que toma en Dogville, es por que sus habitantes, no sufren de placer estético alguno, sus conmociones religiosas se limitan al temor a Dios, sus experimentaciones de lo sublime son llevarse a la boca algo de comer. Es así como se entiende el cambio posterior tan radical que de pueblo generoso se transmuta en un pueblo de perros, donde a manera de colofón el único que sobrevive es el perro al cual Grace le había robado su hueso.

Bibliografía:

ECO UMBERTO, Obra abierta, Ed. Planeta, España 1967
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2 comentarios:

Alvaro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alvaro dijo...

Dogville es una película díficil, es una de esas obras que amas u odias...A mí me pareció que tenía más de una cualidad admirable, pese a su tono un tanto lento y un tanto pretencioso.
La mayor parte de la critica ha hecho hincapíe en el aspecto "anti-americano" de la película.
En fin, no creo que sea la mejor película de Lars Von Trier, pero sí me parece que es una obra que merece la pena verse.